Qué impacto ha tenido la SUNEDU en la calidad educativa universitaria del Perú
02/11/2025
Desde su creación en 2014, la SUNEDU ha transformado el sistema universitario peruano al cerrar 51 universidades que no cumplían con estándares mínimos de calidad, mejorar la transparencia institucional y elevar el nivel académico en las casas de estudio licenciadas. En 2025, su impacto es visible en rankings, infraestructura, investigación y percepción pública.
Hay instituciones que nacen para ordenar, otras para vigilar, y unas pocas para incomodar. La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) ha sido un poco de todo. Desde que comenzó a operar en 2015, ha removido cimientos, enfrentado resistencias y obligado a las universidades peruanas a mirarse en el espejo. No para juzgar, sino para corregir.
En un país donde la educación superior fue durante décadas un terreno fértil para el clientelismo, la improvisación y el lucro sin control, la SUNEDU irrumpió como un regulador incómodo pero necesario. Su misión: garantizar condiciones básicas de calidad en las universidades, supervisar el cumplimiento de estándares académicos y proteger el derecho de los estudiantes a recibir una formación digna.
¿Qué ha hecho la SUNEDU desde su creación?
La SUNEDU nació con la Ley Universitaria N.º 30220, promulgada en 2014. Su función principal es otorgar licencias institucionales a las universidades que cumplen con ocho condiciones básicas de calidad, que incluyen infraestructura adecuada, docentes calificados, planes de estudio actualizados y mecanismos de investigación.
Entre 2016 y 2021, la SUNEDU evaluó a todas las universidades del país. El resultado fue contundente: 51 universidades no obtuvieron la licencia y tuvieron que cerrar o cesar sus actividades progresivamente. Esto afectó a más de 250.000 estudiantes, que fueron reubicados o recibieron apoyo para continuar sus estudios en instituciones licenciadas.
Según el Ministerio de Educación, esta depuración permitió reducir la oferta universitaria de 145 a 94 instituciones activas, mejorando la transparencia y la confianza en el sistema.
¿Cómo ha cambiado la calidad educativa?
La calidad no se mide solo en rankings, pero los números ayudan. En el Ranking SUNEDU 2025, las universidades mejor posicionadas son aquellas que han invertido en investigación, infraestructura y formación docente. Entre ellas destacan:
- Universidad Nacional Mayor de San Marcos
- Universidad Peruana Cayetano Heredia
- Pontificia Universidad Católica del Perú
- Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC)
- Universidad Nacional Agraria La Molina
Estas instituciones no solo cumplen con los requisitos mínimos, sino que los superan. Tienen laboratorios acreditados, publicaciones indexadas, convenios internacionales y programas de posgrado competitivos.
Tabla comparativa: antes y después de la SUNEDU
| Indicador | Antes de SUNEDU (2014) | Después de SUNEDU (2025) |
|---|---|---|
| Universidades activas | 145 | 94 |
| Universidades sin licencia | 0 | 51 |
| Docentes con posgrado | 35% | 68% |
| Infraestructura acreditada | 22% | 71% |
| Producción científica (Scopus) | 3.200 artículos/año | 7.800 artículos/año |
| Estudiantes en universidades licenciadas | 65% | 98% |
¿Qué opinan los estudiantes?
La percepción ha cambiado. Antes, elegir universidad era una lotería. Hoy, hay criterios claros. Los estudiantes consultan el estado de licencia, revisan indicadores de calidad y comparan programas. La SUNEDU ha obligado a las universidades a competir por mérito, no por marketing.
Carlos, estudiante de ingeniería en la Universidad Nacional de San Agustín, lo resume así: “Antes, mi primo estudió en una universidad que cerró sin previo aviso. Yo elegí una licenciada, y sé que tengo respaldo. No es perfecta, pero hay estándares”.
¿Y las universidades privadas?
La SUNEDU no distingue por tipo de gestión. Ha licenciado universidades públicas y privadas por igual. Algunas privadas han sido referentes en calidad, como la PUCP o la Universidad del Pacífico. Otras, en cambio, fueron cerradas por no cumplir requisitos básicos.
Esto ha generado tensiones. Algunos sectores políticos han intentado debilitar la autonomía de la SUNEDU, proponiendo reformas que devuelvan el poder a la Asamblea Nacional de Rectores. Pero hasta ahora, la institución ha mantenido su independencia, respaldada por la sociedad civil y por organismos internacionales como la UNESCO.
¿Qué desafíos persisten?
La calidad no se garantiza solo con licencias. Hay retos pendientes:
- Desigualdad regional: las universidades de Lima concentran los recursos, mientras que las del interior enfrentan carencias estructurales.
- Investigación aplicada: aún hay poca conexión entre la academia y el sector productivo.
- Formación docente: muchos profesores aún no tienen acceso a capacitación continua.
- Evaluación de resultados: se necesita medir el impacto real en empleabilidad, innovación y desarrollo local.
¿Qué sigue para la SUNEDU?
En 2025, la SUNEDU ha iniciado una nueva etapa: la supervisión post-licenciamiento. Ya no se trata solo de otorgar licencias, sino de verificar que las universidades mantengan y mejoren sus estándares. Se han implementado auditorías académicas, visitas in situ y sistemas de alerta temprana.
Además, se trabaja en la acreditación de programas específicos, como medicina, derecho o ingeniería, que requieren estándares internacionales. La meta es que el título universitario peruano tenga reconocimiento global, y que los egresados puedan competir en cualquier parte del mundo.
Una reforma que incomodó, pero funcionó
La SUNEDU no ha sido una institución cómoda. Ha enfrentado críticas, marchas, denuncias. Pero su impacto es innegable. Ha limpiado el sistema, elevado el estándar y devuelto la confianza a miles de estudiantes y familias.
En un país donde la educación superior fue durante años un negocio sin reglas, tener una entidad que diga “esto no se puede” es un acto de justicia. Y aunque el camino es largo, al menos ya no está lleno de universidades fantasmas. Está lleno de posibilidades reales.
Deja una respuesta